En “Introducción a las Ciencias Agrarias, una materia anual de primer año de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Mar del Plata , la pandemia exigió encontrar nuevos modos de contar el campo por WhatsApp, debido a la imposibilidad de realizar las tan esperadas salidas.
Aún con dificultades, los resultados fueron muy interesantes. En primer lugar, logramos incluir a estudiantes que no contaban con computadora, o vivían en zonas rurales, a través de un dispositivo familiar para todos. En segundo lugar, administramos los exámenes de manera similar para que la devolución fuera tanto por foto, como también vía procesador de texto (¡esto último descubrió la maravilla de corregir exámenes fácilmente legibles!).
Por último, el trabajo sincrónico permitió a los estudiantes y a los docentes desarrollar un espacio útil, cómodo y eficiente para fomentar la participación entre los distintos actores. En total, éramos más de 80 estudiantes con 6 docentes en un chat general y otros cinco chats grupales. Las dinámicas de comunicación y de participación tuvieron ciertas similitudes con las del aula presencial, es decir que hubo estudiantes muy activos y otros muy poco activos, algunos muy graciosos y otros que se «desaparecían».
Tres rasgos principales de la propuesta
- Uso de chat por teléfono inteligente (o por computadora).
- Clases sincrónicas.
- Interacción persona a persona para conocer más sobre la personalidad de los estudiantes.
¿Qué diferencia esta propuesta de las que se hubieran hecho en la presencialidad?
Esta experiencia nos permitió mejorar los canales de consulta. Todos los estudiantes podían consultar a docentes (profesores, auxiliares graduados o estudiantes) y a otros estudiantes. Habilitó la posibilidad de cursar casi desde cualquier lugar: estudiantes en zonas rurales, con baja conectividad, pudieron acceder a las clases sincrónicas o al registro de lo discutido en el chat del WhatsApp.
Los docentes requirieron más tiempo para organizarse y prever los temas a abordar en cada clase. De ese modo, se definían las preguntas o reflexiones a plantear en el chat. Además, inicialmente se requirió de una moderación del comportamiento dentro del chat, en pos de no saturar de mensajes innecesarios la conversación, ya que a otros estudiantes, por ejemplo, les «caían 600 mensajes juntos».
Una idea fuerte para compartir
El WhatsApp funciona para dar clases.